Nota de Clarín.

LA MUTUAL DE CAMIONEROS, TRAS UNA SEDE PORTEÑA


Moyano quiere quedarse con el Club Comunicaciones

Son 17 hectáreas, en plena Capital. Pagarían una deuda de $ 11 millones.

1 de 2
SIN AGUA. LAS PILETAS DE COMUNICACIONES, EN EL ARBOLADO PREDIO DE AGRONOMIA DONDE TIENE SU SEDE EL CLUB FUNDADO POR EMPLEADOS DEL CORREO.

Hugo Moyano, secretario general de la CGT y jefe del poderoso gremio de los camioneros, está preparando el terreno para transformarse además en dueño del destino del tradicional Club Comunicaciones y su predio de 17 hectáreas, ubicadas en pleno pulmón de la Ciudad, en el límite entre Villa Pueyrredón y Agronomía.

Hay avanzadas conversaciones entre las autoridades designadas por la Justicia para administrar el club y el apoderado legal de la Asociación Mutual de Trabajadores Camioneros, que estaría preparando una oferta basada en una fuerte inversión económica: el pago de 11 millones de pesos que el club adeuda desde que se decretó su quiebra en el año 2000 y un plan de inversiones levantar sus alicaídas instalaciones. Así lo afirmó a Clarín el abogado Eduardo Fenochietto, integrante del Organo Fiduciario designado por el juez en lo Comercial Fernando D'Alessandro para administrar el club.

"Ha habido conversaciones con el apoderado de la Mutual de los Camioneros. De momento no hay nada, pero es probable que haya una propuesta", dijo Fenochietto a este diario.

Tanto Hugo Moyano como su hijo Pablo están al frente no sólo del gremio y la mutual de Camioneros, sino del rebautizado Club Social y Deportivo Camioneros, al cual sin embargo todos los hinchas siguen llamando con su nombre tradicional, "la Mutual" (ver Entre el box .).

En sus conversaciones, Fenochietto detalló a los representantes de la Mutual los requisitos mínimos que deberían cumplir para hacerse cargo de Comunicaciones. "Deben cancelar el pasivo, que hoy ronda los 11 millones de pesos, e invertir en obras de infraestructura, para que el club vuelva a ser lo que fue, cuando tenía 40.000 afiliados", dijo a este diario. Hoy, el padrón de Comunicaciones arroja no más de 3.500 socios.

"Otros requisitos son el mantenimiento de todas las fuentes de trabajo (unos 50 empleados) y la continuidad de las actividades sociales y deportivas que se vienen desarrollando", agregó.

¿¿En las conversaciones que tuvo con la Mutual, se habló sobre la figura jurídica con que podría ingresar al Club?

¿La figura no importa mucho, en la medida que sea compatible con la continuidad del club. Ahora, si viene una sociedad anónima para levantar una torre de 23 pisos, eso no sirve. Propuestas como esa ya he tenido como veinte.

Entre esas propuestas, llegó a tener alguna posibilidad una de la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (FATERYH), entidad a su vez controlada por el Suterh que encabeza Víctor Santamaría. Consistía en cancelar el pasivo y aportar una inversión "inicial" de 1,5 millones de pesos para mejorar las instalaciones de Comunicaciones. Según Fenochietto, la propuesta naufragó porque la FATERYH no presentó suficientes garantías. "Hicieron un depósito por 50.000 pesos y una operación de este tipo requiere como mínimo una garantía un millón de pesos", dijo.

Hubo, también, otros factores. Según consta en el expediente judicial, un socio vitalicio denunció a Santamaría por sus antecedentes penales (un procesamiento a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 4). Pero esa denuncia puso en evidencia, sobre todo, el enfrentamiento que se libra dentro del club entre un grupo de socios y la intervención.

La clave de esa "guerra fría" es impedir que una masa de miles de afiliados de un gremio termine copando las asambleas del club. Por ejemplo, en la propuesta de la FATERYH, se reclamaba la "adecuación" de los estatutos sociales del club, contra "discriminaciones arbitrarias" a favor de los empleados y ex empleados del Correo Argentino.

Ocurre que dentro de Comunicaciones, un club creado en 1931 para los empleados del Correo, sólo tienen voto los empleados y ex empleados del Correo. Por ejemplo, un socio con décadas de antigüedad, pero sin presente o pasado laboral en el Correo, no podría votar en elecciones (dicho sea de paso, la última fue antes de la intervención, hace más de diez años). Esa restricción irrita a no pocos de los 3.500 socios que hoy tiene el club. Pero, a la vez, quienes se oponen a la intervención judicial hoy interpretan que las restricciones de ese estatuto les juega a favor para que Comunicaciones vuelva a ser controlado por sus socios tradicionales. Una reforma del estatuto, interpretan, daría lugar a que en una asamblea se hicieran presentes miles de afiliados gremiales.

Como los más de 20.000 afiliados que tiene la Mutual de Camioneros, por ejemplo.



FUENTE: CLARIN.COM

No hay comentarios:

Publicar un comentario